Volví a hablar con la luna. Tenía tiempo que no platicábamos. Quería hablarle de alguien, para ver si lo ha visto y que me cuente que hay en su corazón. No lo hicimos. Nos quedamos hablando de viejos momentos, de aquellas ocasiones en que también le pedía a las estrellas que intercedieran, todas, para logar algo que mi corazón, o algún otro, pedían.
Nos reímos, recordamos y volvimos a ser cómplices. La luna es una coqueta, pero respeta a quien quiero en esos momentos. Habla con esas personas con palabras mías, les da recados, porque a ella la ven todos y es difícil que alguien se pueda escapar a su luz. No hay nada mejor como dormir arropado por ella y los baños de luna son buenísimos para almas heridas.
Nos conciliamos. Tantas veces que no confié en ella para entregar mensajes y otras tantas que ni pregunté. La luna solo entrega el mensaje, aconseja a quien quiere escucharla. Creo que los demás no quisieron escuchar y yo le echaba la culpa a ella.
Mi luna, mi amiga y compañera. Con quien más lloro, a quien más le confío, a quien le pido más ayuda, a quien todos ve. Le tengo una petición nueva, pero no me atrevo a decirle. El cabello de esta persona brilla de tal manera y es tan hermoso que compite con su luz plateada. No se me vaya a sentir la luna, o peor, se vaya a enamorar también.
Luna, ayúdame ahora a mí. Estoy lista.
Nos reímos, recordamos y volvimos a ser cómplices. La luna es una coqueta, pero respeta a quien quiero en esos momentos. Habla con esas personas con palabras mías, les da recados, porque a ella la ven todos y es difícil que alguien se pueda escapar a su luz. No hay nada mejor como dormir arropado por ella y los baños de luna son buenísimos para almas heridas.
Nos conciliamos. Tantas veces que no confié en ella para entregar mensajes y otras tantas que ni pregunté. La luna solo entrega el mensaje, aconseja a quien quiere escucharla. Creo que los demás no quisieron escuchar y yo le echaba la culpa a ella.
Mi luna, mi amiga y compañera. Con quien más lloro, a quien más le confío, a quien le pido más ayuda, a quien todos ve. Le tengo una petición nueva, pero no me atrevo a decirle. El cabello de esta persona brilla de tal manera y es tan hermoso que compite con su luz plateada. No se me vaya a sentir la luna, o peor, se vaya a enamorar también.
Luna, ayúdame ahora a mí. Estoy lista.
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