Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

viernes, junio 07, 2013

Se congeló tu corazón.
Trato de calentarlo con mis manos, con mi aliento. Dejó de latir.
Lloro.
Dejo que mis lágrimas lo bañen, con la esperanza que su calor lo reviva. Le hablo tiernamente, es inútil.
Lloro, lo acaricio, lo pongo en su lugar, le mando un beso. Sigue frío. Lo guardas en una caja de cristal, transparente, inaccesible y custodiada, para que nadie lo lastime.
Sospecho que el corazón se enfrío por mi presencia y decidió cubrirse de escarcha. No entiendo.
No hay nada que entender. Un corazón se enfría por voluntad propia, no hay encantamientos ni hechizos que lo provoquen. Su misma tristeza puede lograr este efecto.
Mi alegría no basta. Mi voz no puede romper el cristal. Mi sonrisa no tiene efecto.
Lloro. Era un corazón rojo hermoso que se volvió azul, en un momento, quizás de miedo, quizás de error, eso no lo sabremos jamás. Es una lástima que la sangre deje de brotar.
Cierro el cuarto de cristal, me encargo de ponerle llave y tirarla al lago. El corazón no la necesitará para salir, en cuanto la tristeza se vaya el cristal desaparecerá.
Le doy un último beso y me retiro.


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