Tus labios saben a sal. Se
esconden en mis labios para que no los sorprenda explorando los contornos de mi
boca. Mientras los saboreo, se quedan estáticos por momentos, como si
decidieran qué hacer o hacia dónde moverse. Mi boca es pequeña, pero tus labios
no se quedan conformes en explorarla, conocerla y grabar cada una de sus
grietas en su memoria. Al detenerte, mi corazón lo hace contigo. Ignoro si mi
boca debe seguir respondiéndote o seguir con el llamado que me haces a tus
movimientos. Comienza de nuevo, déjame saborearte hasta que la sal se convierta
en miel.
Le fateuille
Un poco de mí, para tí.
Acerca de mí
- Nombre: Ana
- Ubicación: Mexico
Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.
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