¡Ay ya! Basta de andar llorando y sintiendo lástima. ¡Me doy hueva!

¿Con la cabeza baja y quejándome a dónde voy a llegar? A ningún lado. Esta bien tener algo de duelo, de tristeza y de pena en la vida, pero en exceso sólo nublan la mente y la razón.

La felicidad es una decisión y es una actitud que se vive a diario. Vive tus oportunidades, disfruta lo que tienes. Si tienes limones haz limonada, ¡Y que sea la mejor! Pues bien, voy a hacer limonada y que la vida no crea que se va a salir con la suya, aquí la loca y la que gana soy yo.

Voy a obtener lo que quiero, voy a disfrutar de mis momentos, me niego a sentar cabeza (quiero seguir viviendo mi locura), voy a conquistar a las personas que amo, seré intensa, seré libre, seré quien soy.

Seguiré corriendo, gritándole al viento, bailo bajo las estrellas, me rio fuerte, beso cuando amo, me entrego sin miramientos y encuentro esa luz en las cosas ordinarias.

No voy a negar la realidad, no voy a viajar ni cambiar mi entorno. Voy a enfrentar todo, lo voy a dominar.