Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

sábado, abril 21, 2012

Toma mi mano,
no tienes que mirarme a los ojos
deja que tu pierna roce con la mía
permite que viaje la emoción de un corazón a otro.

Noches obscuras e inciertas
ideas de cantera, sin terminar,
en un borrador escondido.

Nervio, presión, excusas
todo lo que odias
todo lo que anhelas
en un mismo recipiente: yo.

 
 

Hay un mundo encerrado en mi cabeza
cubierto de una nube, en ocasiones gris, en ocasiones blanca,
todo depende de la forma y tamaño
de la sonrisa que nace de ti cada mañana.

El misterio de tus pensamientos,
la angustia de tus acciones,
mi imaginación que crece,
no quiero despertar a una realidad, no es interesante.

Diálogos imaginarios,
diversión de otros,
momentos nerviosos,
anhelos frustrados.

Todo se deriva a un deseo, a una palabra
¿qué dirás mañana? ¿qué haré?
La respuesta a la curiosidad,
a la historia ficticia.

El corazón está hecho de un material flexible y duradero. Puede resistir varias caídas, romperse en pedazos y quedar como nuevo en poco tiempo; todo depende del modelo y los cuidados, hay algunos que resisten heridas y sanan rápidamente, otros necesitan intervenciones. Es un hecho que muy pocos son los que dejan de funcionar cuando se rompen. Cuando esto sucede, es porque el dueño(a) los dejó de alimentar con esperanza.

Si tiene un corazón, trátelo con cuidado. El corazón no morirá pero puede marchitarse al punto de quedar como un fruto seco; otra efecto secundario es que se congele.  Si cualquier efecto se llegara a presentar, es necesario proveer baños constantes de confianza y cariño. El corazón tiene una especie de memoria programada que, en ocasiones, se anticipa a la herida que pueda recibir. Es un órgano muy inteligente...y desconfiado.

Los cuidados que hay que darle al corazón son diversos. No debemos dejar que piense solo, siempre tiene que tener la supervisión del cerebro; se recomienda pedir el visto bueno del estómago, todo depende de la cantidad de emociones que se llegue a manejar al mismo tiempo. Dichos cuidados deben ser constantes, si no se le da mantenimiento continuo corremos el riesgo de romperlo nosotros mismos. El corazón no reconoce quien provoca las heridas y no hay repuestos disponibles, así que sea cuidadoso en su manejo.