Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

lunes, septiembre 17, 2012

Hoy me atreví a buscarlos a través de las redes sociales. Ya no es necesario guardar fotos, en internet o a través de una computadora puedo encontrar imágenes con sus rostros y ver cómo han cambiado y hablarles a través de una pantalla. Con poner su nombre los veo, les reclamo, los extraño y lloro.

Al de la primera foto pude ver que está gordo. Le hablé a la imagen. Parece ser que eres feliz y que estás contento. También que sigues siendo un poco mediocre y conformista, lo cual llevó a mi mente a gritar: "no has cambiado, ¿por qué eres tan egoísta?". Murió mi deseo de vengarme de tí; tú mismo puedes hacerte daño sin recurrir a terceras personas ni examores ardidos como yo. Aquí viene mi segunda pregunta, ¿me consideraste un amor? Yo te quise tanto, no sé si sea lo mismo contigo.

Al de la segunda foto me dejó sin habla. Su físico sigue impactándome, no importa si envejece bien o mal, me encanta cómo se ve de traje; siempre usa el mismo,  beige, porque le gusta cómo contrasta con su color de piel morena. Ya se ve un poco viejo, la foto refleja una persona exitosa e importante. Recordé que en enero vino a mi casa a llorar porque no sabía qué hacer con su vida. Desde entonces no hablamos, me ha evitado y se desapareció del planeta. Aquí me dolió que no soy tan importante en su vida como él en la mía.

Me dí cuenta que yo soy quien los mantiene vivos en mi memoria. En la de ellos hace buen rato que estoy sepultada. Del segundo lo quiero mantener vivo, cuando muera quiero que sea uno de los recuerdos que venga a mi mente. Con él me quedan los recuerdos, palabras, caricias, momentos, aventuras y todo lo que viene a mi mente. Su rostro lo estoy olvidando, porque no es parte de lo cotidiano, me queda su esencia, y la foto que busco en internet.

A medida que pasa el tiempo descubro que la imagen real se aleja de la que está en mi mente.  Las cosas no son como las recordamos...mejoramos con la mala memoria. Quisiera verte de nuevo, para recordar porqué nos alejamos, para querer olvidar de nuevo. Quiero pelearme contigo,  con el segundo, para tener una excusa y dejar de amarte, como pasó con el primero.

A uno no lo quiero ni ver en pintura y al otro sufro por un beso o una caricia, una palabra o un correo, cualquier señal de vida que me indique que piensa en mí. Trampa de mi mente, o del destino, es más fácil culpar al universo que a uno mismo. 

Estoy en blanco, sin historias ni personajes nuevos, aferrándome al pasado para pasar los días, para encontrar una razón nueva. Enamorándome de detalles que no sé dónde descubriré pero voy creando en el camino.