Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

martes, diciembre 03, 2013

Soy mi nombre completo, con todas las letras que lo componen.

Estoy hecha de carne y hueso. Siento, pienso, tengo deseos y  emociones. Soy controladora y tengo un caparazón encima, pero también soy apasionada y hago las cosas sin pensar. Soy más allá de lo que puedes ver y sin embargo puedes ver todo en  una sola mirada.

Estoy es lo que hay. Sin tapujos ni miramientos. Desecha, rota, brillante, violenta, risueña y eterna. Mi fortaleza es un filtro, porque no quiero un niño a mi lado. Quiero un hombre que esté dispuesto a enfrentar al toro por los cuernos. Una persona que tenga la suficiente inteligencia para domarme o para entender que mi decisión es estar a su lado, sin competir ni ver quién gana. Que tenga seguridad para responder en lo que cree y en lo que ama, apoyando la libertad.  Que crea en sí mismo y sepa hacia dónde quiere ir y qué quiere hacer. 

Lo que hay es lo que soy. No es negociable, no se cambia. Carácter fuerte y respondona, a la vez dulce y frágil, como todas las demás personas que conoces. Si no puedes con ello, vete; si estás interesado, quédate. No te prometo nada. No sé que vaya a pasar ni cuando, pero te aseguro que no te vas a arrepentir.

No me cuestiones por qué hice qué o dejé de hacer. El pasado ya no se vive, pero es parte de mí, acéptalo y preocúpate para el futuro. Si buscas una muñeca que gire alrededor tuyo, olvídalo, sal por donde entraste. Si buscas dulzura, la tendrás, cuando sea el momento. Necesitas amarme, de otra manera no vamos a aguantar. Yo necesito amarte, de otra manera me voy a ir. El amor sólo se consigue dejando al otro libre para que esté presente por voluntad propia. Déjame ser libre, los detalles diarios no son necesarios. 

Sobra decir que no quiero menos que esto. Si decides irte no te buscaré, yo también tengo un camino. Si decides quedarte, veremos si es para que andemos juntos; no hay final, porque las historias jamás acaban.