¿Cómo saber si sientes lo que yo siento si te vas?

En un jardín de estrellas yace la luz de tus ojos.
Mirando el paisaje.
Esperando encontrar la sorpresa que aguarda.
Hablándole al aire.

Despiertas del sueño, pesado y profundo que te llevó al fondo del mar. El coral rosa te envolvió los pies, llenos de polvo de estrellas que sigues cargando en tus hombros.

¿Cómo saber si sientes lo que yo siento si te vas?

El miedo detiene. El miedo paraliza. El miedo es infundado. El miedo previene. El miedo racionaliza. El miedo es mi excusa. El miedo es mi mentira favorita. El miedo es mi refugio. El miedo es el culpable. El miedo no debería de existir. El miedo está a mi lado. El miedo lo inventé yo.

¿Cómo saber si sientes lo que yo siento si te vas?

Flores cubren tu cuerpo, te envuelven en su aroma. Suavizan tus labios mientras recorren con sus manos tu pecho, descubriendo los lugares que te calman. Se maravillan con los descubrimientos, te envuelven en caricias de pies a cabeza, te tocan para recordarte lo que es sentir.

Cambian de color con el tiempo. Nacieron verdes, se volvieron moradas, luego amarillas y ahora son rosas. Tranquilas y suaves.

¿Cómo saber si sientes lo que yo siento si te vas?

Los argumentos son contundentes. No hay una opción que sea válida ni viable. La locura y lo impulsivo no son parte del plan.No está planeado. Es difícil y complicado. Qué pereza. ¿Por qué sigo pensando en esto?

Me robas la sonrisa, te la llevas lejos escondida en tu bolsillo. Antes de que me diera cuenta, se fue de mi rostro para irse, a explorar mundos, a conocer lujares lejanos, espacios donde no ha estado nunca antes. La sonrisa. Entonces no fue robo, fue fuga, porque mi sonrisa no me preguntó si podía ir, solamente me dijo lo siento mientras se iba. ¿A dónde irá? ¿Lleva comida para el viaje? ¿Dinero? ¿Qué necesita una sonrisa para estar en el aire mientras el mundo se evapora?

Me quedo con la alegría y otras sonrisas nuevas que nacerán de mí. Pero la principal, se fue contigo.