Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

jueves, diciembre 23, 2010

Querido Dios:

¿Me puedes abrazar esta noche? Me siento muy triste y necesito un hombro en el cual llorar. Me he dado cuenta que no me gustan muchas cosas de mi vida Señor, y no encuentro la manera en cómo cambiarlas. He estado aplicando varias alternativas, pero no me han dado resultado; tú me conoces y sabes que no soy de las que tiran la toalla, pero ya no sé qué más hacer al respecto. Siento que no tengo el control de nada de lo que me pasa y me di cuenta que lo que estoy viviendo no es lo quiero.
   
Son varias cosas Dios. Me siento un poco mal porque no tengo ningún derecho a quejarme; tengo salud, trabajo, una familia que me quiere, amigos, un hermano que me apoya, vida social, educación, posibilidades económicas. Básicamente, soy toda una potencia. ¿Porqué Dios entonces me siento todo lo contrario? Mi trabajo no me llena y me hace sentir chiquita, porque no doy resultados por más que le hecho  ganas. En el amor no tengo éxito, los que me gustan no me hacen caso y al que le gusto todavía no tengo el gusto de conocerlo. Aunque tengo amistades, no hay una persona con la cual pueda sincerarme y descargar todo lo que siento, están ocupados o con sus propios asuntos. No sé pedir ayuda, ahora esto me está dando problemas porque no sé cómo resolver mi vida. Me siento triste porque esta situación no me gusta y por más que le hecho ganas y trato de ver el lado positivo y de intentarlo, te soy franca Dios, no tengo  idea de cómo voy a lograrlo.


Esto me hace pensar. A la mejor estoy equivocada y me cuesta reconocerlo, porque me encanta tener la razón y, pues, no siempre se tiene que tenerla. Quisiera un consejo, bueno no. Más bien quisiera que me dijeran qué hacer.Ya no quiero la responsabilidad de mis acciones, me gustaría tener la solución escrita. Pero lo que a otros les funciona no me tiene porqué funcionar a mí y viceversa. Cada cabeza es un mundo y una historia diferente que constuye cada quien. No es que no quiera construir Dios, es simplemente que no tengo idea de qué estoy haciendo y el problema es que no dejo de poner ladrillos; lo que llevo no se ve feo, al contrario, es una obra de arte, pero me quedan demasiados ladrillos y no tengo ni idea de qué voy a hacer con ellos. Estoy confundida.


Como puedes ver Dios, traigo un desastre en la cabeza. Por eso te pido que hoy en la noche me abraces y me digas que todo va a estar bien. Yo mañana prometo que me levantaré y seguiré echándole ganas para cumplir la misión para la cual tu me destinaste, ahorita sólo quiero llorar contigo para sacar todo. Es como un descanso para tomar más fuerzas. 


También aprovecho para recalcar que me pongo en tu entera disposición. Ya traté de guiar el barco y, francamente, no sé qué estoy haciendo. Lleva tú el timón y guíame a mi destino. Ayúdame a disfrutar mi trabajo y a hacer algo trascendental; a formar una familia, y encontrar a alguien con quien formarla (muy importante), y que también me quiera esa persona.Tengo muchos otros sueños, pero por el momento ayúdame con estos dos, los demás los iremos resolviendo bajo la marcha.


Te agradezco mucho tu ayuda. Te quiero mucho, ya lo sabes, pero me gusta repetírtelo.


A.