Mis ojos no mienten.
Tus palabras tampoco.
El deseo nos quema sin invitarlo.
En nuestro interior, nos soñamos.
Pienso en poner mi cabeza en tu pecho desnudo; tú, en conocer la suavidad de mi piel.
Nuestros dedos se llaman, en la urgencia de tocar al que no conoce. Al que no está, pero siente dueño.
En el vendaval de tu aliento en el mio te digo "no lo hagas", mientras mi alma intenta decirte a través de una mirada lo que el corazón y el cuerpo no logran.
Tú entiendes, la confusión del amor y lo que pide la carne es grande. ¿Qué es esto? Un parte aguas, una invitación a lo desconocido, la verdadera felicidad , tu alma gemela.
"No lo hagas", vuelvo a repetir buscando con urgencia tu boca para no volverte a dejar ir.
Tus palabras tampoco.
El deseo nos quema sin invitarlo.
En nuestro interior, nos soñamos.
Pienso en poner mi cabeza en tu pecho desnudo; tú, en conocer la suavidad de mi piel.
Nuestros dedos se llaman, en la urgencia de tocar al que no conoce. Al que no está, pero siente dueño.
En el vendaval de tu aliento en el mio te digo "no lo hagas", mientras mi alma intenta decirte a través de una mirada lo que el corazón y el cuerpo no logran.
Tú entiendes, la confusión del amor y lo que pide la carne es grande. ¿Qué es esto? Un parte aguas, una invitación a lo desconocido, la verdadera felicidad , tu alma gemela.
"No lo hagas", vuelvo a repetir buscando con urgencia tu boca para no volverte a dejar ir.