Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

lunes, junio 22, 2009

No puedo comunicarme contigo, hay un muro entre los dos.

Este muro tiene forma de una cortina transparte, es tan frágil que me vuelve invisible a tus ojos, y ese sentimiento me provoca coraje e indiferencia a la vez. No es la primera vez, es un ciclo que se repite y que depende de tu sentido de humor; tal parece que debo esperar a que estés de buen humor o no tengas nada que hacer para que decidas hablarme. Lo único que me deja tu comportamiento a interpretar es que no tienes interés en mi, aunque sientas lo contrario.

En estos momentos de mi vida necesito un compromiso de tu parte, y con esto me refiero a que pienses en mis necesidades sobre de las tuyas. En ningún momento es egoísmo de querer ser el único centro de tu atención, pues de mi parte siempre te pongo a ti primero antes que cualquier cosa: en mis decisiones te considero, te consulto, trato de estar contigo. Tú, al contrario, primero piensas en ti, en lo que tengas ganas y luego, si te queda algo de voluntad, me dedicas algo y lo que me hace sentir esto es que trato con miserias, no con la persona entera.

No pido algo, de hecho no pido nada. Me doy cuenta que tus acciones las estoy interpretando con un mensaje que dice "no eres importante para mí", o al menos no en el grado en donde yo me consideraría querida. ¿Cómo estar juntos bajo esta premisa? ¿Cómo puedo pensar que me quieres cuando no me lo demuestras? Y no es falta de comunicación, porque sabes (o al menos creo que es así) lo importante que es para mi esto. Si no te preocupas en tratar de que yo vea que me consideras parte de tu vida, en que yo entienda lo que hay dentro de ti, corazón, no veo cómo podemos construir algo juntos ya que me colocas lejos de ti.

Si te dejo de hablar, ¿lo notarías? ¿me extrañarías? A veces creo que estás tan ocupado en ti mismo que ni cuenta te has dado de las veces que he salido y entrado en tu vida, que me acuesto con alguien más porque tú no quieres, que salgo a divertirme con otro porque tú estás ocupado y, lo que más me duele, que ya no te comparto lo que en realidad siento porque no veo ya un vínculo contigo. Sólo puedo platicar contigo de música y de fútbol, fuera de allí, no hay nada, ya no nos conocemos. Somos desconocidos hablando y de esta forma recordamos lo que alguna vez hubo y ya no está.

El pasado para mi es muy vago, es borroso. Hace tanto que no convivimos que ya no nos duele herirnos. A veces creo que lo que me pesa de todo esto es que rompo el único vínculo que hay para que quedes definitivamente en el pasado. Tratar de comunicarme contigo es hablarle a la pared, es comunicarme conmigo misma para tener respuestas de sí o no; mejor no me hables. Me da risa tu falta de valentía para pedirme que me aleje, quieres que sea yo quien te exija y me desespere. ¡Ay, corazón! Estás tan ensimismado en tí mismo que no te has dado cuenta, no provoco nada porque no hay nada, te convertiste en un gesto educado, en evasión de conflicto, en una buena obra de hablarte para que te sientas extrañado por alguien...hace rato que mi sentimiento está muerto, y aún así te escribo todo esto, no sé, con la esperanza de que quede evidencia, que explique de alguna forma lo que no te quiero contar y que no quiero que sepas; quizás es una forma de dar una respuesta el día que la solicites.