Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

martes, marzo 05, 2013

Me encanta besarte. Tocar tu boca es llenarme con una sonrisa tibia mientras juegan nuestras manos. Hacer ruido, despeinarnos, sonreír y verte a los ojos y agradecer.

En una mirada tibia se deposita el amor de quien comprende el significado de la entrega. ¿Quién entiende que el concepto de felicidad es todo eso que lo define y nada al mismo tiempo? La felicidad no tiene forma, por eso nos cuesta reconocerla cuando la tenemos frente a nosotros. Esta llega en la forma menos inesperada, no como lo habíamos imaginado, sino como el corazón lo necesita; como si alguien le hubiera leído la mente.




Nosotros, en nuestro afán de catalogar todo, a veces clasificamos la felicidad en el lugar equivocado. Esto nos limita, nos ciega. ¿Quiénes somos para juzgar las bendiciones que recibimos? ¿Por qué limitar nuestro bien? Me niego rotundamente a poner límites a mi corazón y mi alma. Amo viviendo en el amor, con todas sus responsabilidades y lo que implica.



No es fácil. Parece que es complicado ser coherente con tu propio corazón. Pero, si pierdo esto, ¿qué me queda? Mi libertad para amar y decidir es lo más preciado que tengo. No es negociable no seguir lo que dentro de mí me dicta que haga. Si esta mal es porque tengo que aprender.



Déjame caer, levantarme, volar, llorar, alegrarme, reírme, sentirte, sentirme, perderme,encontrarme. No me sujetes la mano, yo sé que la tuya está abierta para mí. Me basta con que estés al lado, sujétala cuando lo necesite, cuando lo pida, cuando se nos antoje, cuando tú quieras.



Felicidad es disfrutar el presente, en la forma que se nos presenta, no la juzgues. Sólo tómala.

Pensé tu nombre la mitad del tiempo, no pude evitarlo, me llenaste con tu presencia o me hablabas de la única forma que eres capaz.
Recordar la canción fue volver a vivir cuando te fuiste, todo ese dolor volvió a invadirme cuando no fue requerido. Ahora no me duele, soy feliz y tuve la capacidad de volver a amar y a enamorarme sin tí. Que no haya funcionado es otra historia, pero pude hacerlo.
Estoy sola, sin una relación y sin alguien fijo. Algo que jamás pensé que me fuera a pasar, hiciste tanto daño al irte que me tengo encerrada para no herirme. Me da miedo no querer volver a salir porque representa volver a encontrarte en otra persona y en otro sitio, en una cara diferente que no conozco pero cuya historia sé cómo inicia y termina.
Lo último que viví fue tan hermoso que me da fuerzas para seguir adelante, aunque haya sido un sueño. Aprendí que no estoy dispuesto a vivir menos que eso, no quiero. No quiero mijagas como las tuyas, quiero el pan entero. Si no lo tengo no importa, no pienso volver la vista atrás una vez que vi hacia adelante.Así que dile al fantasma de tu recuerdo que se vaya, dile que ya no estoy para ti, que me morí cuando te fuiste, que no he regresado, que soy otra persona, que todo fue una ilusión, que me confunde, que aquella que quedó en el piso se evaporó.

Es un poco tonto cómo ciertas personas pueden ser tan inocentes en su trato, al grado de no creer que una felicitación es para ellas. ¿Cómoo cultivar la humildad? ¿En qué punto se une el valor con la soberbia? Existe cuando una persona cree que por humilde, o aparentarlo, niega o se niega, pero esa actitud se refleja en sus acciones demostrando falsedad, haciéndolos quedar peor.




No se puede fingir algo genuino, no puedes aparentar que no te importa algo cuando en realidad sí te importa. Y si lo haces, ¿por cuánto tiempo puedes mantener la mentira?

Una imagen gris.
Un cuadro vacío.
Un aire helado.
Color negro.
El césped es azul marino y aunque pareciera estar húmedo no moja, es frío y seco, como el aire.
Las manos comienzan a cuartearse en sus pliegues, resecando cada parte volviéndola áspera y más dura al moverse.
No es tarde, no es noche, es ese punto donde está obscuro pero puedes ver todo, antes de no distinguirlo. Es el último momento para memorizar donde se encuentra cada cosa y el camino de regreso.
Es una sensación de infinito y a la vez de nada, de un eco sordo que no logra pasar de la montaña.


La luna plateada ilumina tu rostro, puedo ver los zurcos de lo que ha nacido de tus ojos. Sin  embargo estás distante, como en un sueño. No te reconozco, no te veo.


Ahora no hay nada, el paisaje es árido y sólo se escucha el aire. Sigue siendo frío y ha comenzado a afectar a mis labios, cosa que no parece importarme. No veo, no sé si tengo los ojos abiertos o cerrados. No siento. Sólo sé que debo bajar de la montaña. Pronto las nubes se irán y saldrá la luna, entonces podré bajar.

Volví a hablar con la luna. Tenía tiempo que no platicábamos. Quería hablarle de alguien, para ver si lo ha visto y que me cuente que hay en su corazón. No lo hicimos. Nos quedamos hablando de viejos momentos, de aquellas ocasiones en que también le pedía a las estrellas que intercedieran, todas, para logar algo que mi corazón, o algún otro, pedían.

Nos reímos, recordamos y volvimos a ser cómplices. La luna es una coqueta, pero respeta a quien quiero en esos momentos. Habla con esas personas con palabras mías, les da recados, porque a ella la ven todos y es difícil que alguien se pueda escapar a su luz. No hay nada mejor como dormir arropado por ella y los baños de luna son buenísimos para almas heridas.

Nos conciliamos. Tantas veces que no confié en ella para entregar mensajes y otras tantas que ni pregunté. La luna solo entrega el mensaje, aconseja a quien quiere escucharla. Creo que los demás no quisieron escuchar y yo le echaba la culpa a ella.

Mi luna, mi amiga y compañera. Con quien más lloro, a quien más le confío, a quien le pido más ayuda, a quien todos ve. Le tengo una petición nueva, pero no me atrevo a decirle. El cabello de esta persona brilla de tal manera y es tan hermoso que compite con su luz plateada. No se me vaya a sentir la luna, o peor, se vaya a enamorar también. 

Luna, ayúdame ahora a mí. Estoy lista.