Un año después me encuentro recuperada, todavía con una espinita por el sentimiento de que no se hablaron las cosas, pero mucho mejor que antes. Ya no me importas, te logré sacar de mi vida. Ahora tu nombre no representa nada, es solo eso; si me esfuerzo arrastra un recuerdo vago de lo feliz que fui mientras te quise y de lo bien que me la pase contigo...y nada más, no figuras en mi futuro.

No voy a mentir, en parte me da algo de lástima porque sufrí por ti y, ahora que veo claramente, no me agrada la idea de darme cuenta que sufrí por algo que no valía la pena. Ya no te veo con el halo de santidad, ni como un gran besador, ni como alguien bueno y creativo...más bien era yo manifestándome en tí.

Tengo muchos planes: quiero volverme a enamorar, salir a nuevos lugares, intentar conquistar al mundo. ¿Sabes que el mundo es tan grande? Y yo tan pequeña, me falta tanta gente por conocer, cosas por hacer y decir. Me estoy preparando para la familia que voy a formar, ¡será hermoso!

Mi vida a mejorado mucho a partir del día en que te dejé como un recuerdo. Desde entonces soy muy feliz, porque no sufro por ti ni por el hecho que no me quieras. Ahora que lo pienso bien, me das lástima porque no te diste la oportunidad conmigo, perdiste algo que se da pocas veces en la vida...pero no importa, estoy segura que habrá alguien en el mundo que también te quiera, no creo que haya sido la única.

Es muy irónico, ahora que se acerca la fecha de volverte a ver, no se me antoja hacerlo, no le veo el caso ya que como amistad hace mucho que te ausentaste. Borraste tu marca y siento que si hablara contigo sería como hablar con un extraño, no como un amigo. También influye mucho lo que paso, esa forma de portarte conmigo la desconocí de tí, es como un lado obscuro que ahora que vi no estoy segura de querer convivir con el, y mi duda nace del hecho de que estás completamente fuera, ¿para qué desgastarme en algo que no existe? No le veo el caso.

Doy gracias por todo lo que viví contigo, y también agradezco todo lo que voy a vivir ahora, con la persona que viene. ¡Será mágico! Me encanta amar.