Una imagen gris.
Un cuadro vacío.
Un aire helado.
Color negro.
El césped es azul marino y aunque pareciera estar húmedo no moja, es frío y seco, como el aire.
Las manos comienzan a cuartearse en sus pliegues, resecando cada parte volviéndola áspera y más dura al moverse.
No es tarde, no es noche, es ese punto donde está obscuro pero puedes ver todo, antes de no distinguirlo. Es el último momento para memorizar donde se encuentra cada cosa y el camino de regreso.
Es una sensación de infinito y a la vez de nada, de un eco sordo que no logra pasar de la montaña.
La luna plateada ilumina tu rostro, puedo ver los zurcos de lo que ha nacido de tus ojos. Sin embargo estás distante, como en un sueño. No te reconozco, no te veo.
Ahora no hay nada, el paisaje es árido y sólo se escucha el aire. Sigue siendo frío y ha comenzado a afectar a mis labios, cosa que no parece importarme. No veo, no sé si tengo los ojos abiertos o cerrados. No siento. Sólo sé que debo bajar de la montaña. Pronto las nubes se irán y saldrá la luna, entonces podré bajar.
Un cuadro vacío.
Un aire helado.
Color negro.
El césped es azul marino y aunque pareciera estar húmedo no moja, es frío y seco, como el aire.
Las manos comienzan a cuartearse en sus pliegues, resecando cada parte volviéndola áspera y más dura al moverse.
No es tarde, no es noche, es ese punto donde está obscuro pero puedes ver todo, antes de no distinguirlo. Es el último momento para memorizar donde se encuentra cada cosa y el camino de regreso.
Es una sensación de infinito y a la vez de nada, de un eco sordo que no logra pasar de la montaña.
La luna plateada ilumina tu rostro, puedo ver los zurcos de lo que ha nacido de tus ojos. Sin embargo estás distante, como en un sueño. No te reconozco, no te veo.
Ahora no hay nada, el paisaje es árido y sólo se escucha el aire. Sigue siendo frío y ha comenzado a afectar a mis labios, cosa que no parece importarme. No veo, no sé si tengo los ojos abiertos o cerrados. No siento. Sólo sé que debo bajar de la montaña. Pronto las nubes se irán y saldrá la luna, entonces podré bajar.