Esto no es ficción.

Tengo fuego en los ojos. Si te viera te fulminaría con la mirada. Después de hablar contigo reafirmé la decisión de tomar mi corazón, echarle llave y no volver a abrirlo. Si hay un interesado buscaremos a un cerrajero. Tiré la llave por la ventana mientras venía manejando, era tanto mi coraje que no me fijé dónde la eché.
No me interesa abrirlo, no creo en el amor, es una estupidez. De hecho, no quiero abrirlo, ¿para qué? díganme una sola razón válida para que tenga que involucrarlo en mi vida, si todo este tiempo ha estado presente y sólo me ha traído problemas y malestar. Y ya estoy harta de eso.


No sólo estoy harta de tí, también de los otros, del que no se define, del tímido, del que no quiere compromiso, del que se fue, el que se quedó, el que quiere utilizarme, del que no lo hace. 


Estoy harta y no hay vuelta atrás.