Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

martes, junio 08, 2010

Hola amor,

¿Cómo estás? Hace tiempo que no he hablado contigo, es por eso que te escribo esta carta. Te extraño mucho, más que estar contigo extraño nuestras pláticas donde te comentaba lo que me pasaba por la mente, mis miedos, mis alegrías, angustias y demás sentimientos que por ese momento se encontraban en mí.

Hoy que quise externar un temor, uno profundo que nació de dentro del alma, y que me atormenta desde hace rato, me di cuenta que no estabas cerca para contártelo. Luego, te busqué en internet, en msn o en google talk, y tampoco estabas; como te valoro ahora.

Compartir contigo es lo que más extraño de ti. Más que desnudar mi cuerpo, es desnudar el alma, mostrarme ante ti tal como soy, sin tapujos ni miramientos ni obscuridad...es dejarte ver lo que hay en mi. Son pocas las ocasiones en que esto sucede, y curiosamente, contigo fue la única persona con la que ocurrió. Quizás porque me tomaste desprevenida, pensando en otras cosas; lentamente derribaste mis defensas hasta llegar en un punto donde no había nada que esconder. Y eso me provocó alegría.

Esta historia creo que ya la he contado en cartas anteriores, pero no me canso de decírtelo, quizás porque me impresiona el hecho de lo que lograste, y que para mí es importante.

Aprovechando la carta, quiero pedirte un consejo. ¿Te ha sucedido que sueñas algo y luego lo recuerdas y no sabes distinguir si es realidad o sólo un sueño? Tengo varias días con la misma intriga, y aunque llegué a la autoconclusión de que fue un sueño, quiero platicártelo, porque...no sé...lo quiero contar. Es algo tan profundo y no sé cómo interpretarlo que me gustaría tu apoyo.

¿Tú cómo has estado? ¿Estas bien? ¿Estás cumpliendo tus sueños? ¿Eres feliz? Perdona tantas preguntas, pero hace tanto que no platicamos que no sé por donde empezar, y son tantas las cosas importantes que quiero saber que ya comenzaron a perder importancia; ahora podemos hablar de lo que es superficial, como si fuéramos dos desconocidos que nos encontramos en el parque.

Te mando un abrazo, y recuerda que no importa qué pase, dónde estés o que suceda con nosotros...te quiero mucho.