Me da miedo enamorarme de ti, empezar a sentirme feliz por hablarte, de pensar en ti en mis ratos libres, de desear un futuro contigo. Me gusta platicar contigo, estar contigo, pensar en tí, pero me da miedo sentir algo, me da miedo dar algún paso en falso.
La última vez que me di el permiso de querer, de entregarme, me lastimaron. Ahora me encuentro tomando precauciones de no quererte hasta que me lo pidas, de no imaginar, sentir, pensar o suponer algo, porque la intuición no es suficiente en estos casos.
Necesito pruebas, nunca pensé que las fuera a pedir y me doy cuenta que son necesarias. Con una prueba puedo abrirte, e incluso darte mi corazón. Una señal no basta, antes ya tuve y al final...al final...daba la impresión de que imaginaba todo.

¿Tienes alguna prueba? ¿Quieres decirme algo?

Quiero quererte, intentar todo, llegar hasta el final, amarte hasta cansarme, reír contigo, abrazarte, molestarte, verte. Todo esto se queda en deseo si no te escucho. No puedo darme el lujo de suponer, de arriesgarme, ya no lo aguantaría, ya no lo quiero.

Agradezco lo que tenemos y espero lo que vendrá mañana. Quizás mañana hables, quizás mañana alguien más te gane.