-¿Me amas? - Te pregunté cuando partías, no te volví a ver. Al momento en que los amantes se separan para no volverse a encontrar en esa vida. Ahora que te vuelvo a ver, espero que me recuerdes de la vida anterior y me respondas.

Hace días, cuando te hablaba, quería preguntarte si me recordabas. Detrás de eso, estaba el deseo oculto de saber si me amas. ¿Me ves? ¿Me aceptas? ¿Me recuerdas? 

Nunca pude olvidar tu cabello negro. Lo confundí con el de alguien más antes, pero lo reconocí en ti. Eras bella en ese entonces; y yo, bello. Ahora vivimos dualidades distintas bajo la misma esencia. 

¿Me amas? El amor nos ciega y maneja, nos pierde y asusta a la vez. Porque lo único que podemos hacer es rendirnos y dejar de luchar. Pero, ¿cómo luchar ante una pasión que no está viva? El ocaso nos gana, ciega y envuelve. Solo tengo mi mano para sentir en la obscuridad y está lista para aferrarse, seguir adelante y palpar un camino por descubrir.

El mundo está lleno de palabras cortas que llenan los labios y sus bocas. Palabras que se lleva el viento para entregarlas a quien menos se lo espera. Le doy mis palabras al viento, para ver si así puedes responder.