Te extraño tanto amor. Me haces tanta falta que todavía no entiendo cómo puede vivir sin tu alimento mi alma.
Extraño tu risa, tus ojos, tus manos, verte, jugar contigo, abrazarte. Cierro mis ojos y te veo a tí, no importa cuánto tiempo haya pasado, en mí se ha detenido y solo te tiene presente.
Respiro poco a poco y me muevo como una máquina para perderme en ti cuando dejo de pensar.
Sueño contigo, te recuerdo y espero estando quieta. En mi está todo inmóvil e inadvertido; silencioso, escucho tu corazón que late lejos, escucho cómo se comunica con el mío y no los entiendo porque hablan un lenguaje que no corresponde a este mundo ni a nosotros. Viene de antes, está ahora y seguirá por siempre. A veces lo comprendemos, a veces lo vivimos, otras no; mientras nos ausentamos uno del otro, nuestras almas siguen vivas por los recuerdos, porque en realidad somos una sola que en ocasiones se divide.
Me haces falta. Regresa.
Extraño tu risa, tus ojos, tus manos, verte, jugar contigo, abrazarte. Cierro mis ojos y te veo a tí, no importa cuánto tiempo haya pasado, en mí se ha detenido y solo te tiene presente.
Respiro poco a poco y me muevo como una máquina para perderme en ti cuando dejo de pensar.
Sueño contigo, te recuerdo y espero estando quieta. En mi está todo inmóvil e inadvertido; silencioso, escucho tu corazón que late lejos, escucho cómo se comunica con el mío y no los entiendo porque hablan un lenguaje que no corresponde a este mundo ni a nosotros. Viene de antes, está ahora y seguirá por siempre. A veces lo comprendemos, a veces lo vivimos, otras no; mientras nos ausentamos uno del otro, nuestras almas siguen vivas por los recuerdos, porque en realidad somos una sola que en ocasiones se divide.
Me haces falta. Regresa.