Quiero tocar tus labios con mi nariz. Rozar con mi cabello tu pecho y perderme en tus ojos.
Reír hasta el cansancio. Conversar sin miedos.
Perdernos en un espacio donde no existen formas ni tiempos.
El amor no tiene forma, por eso me gusta, porque lo puedo encontrar en todo lo que me rodea.  Es como cerrar los ojos y sentir en lugar de ver, dejar que mi imaginación decida la cara de la experiencia.
Tus manos y mis manos se conocen nuevamente. Cuando se dejan de ver se vuelven extrañas y deben reconocerse; esto les lleva tiempo.
Mi cabeza encuentra su lugar en tu hombro, encaja perfectamente en el espacio que le queda libre.
Pero no decimos nada, solo sentimos. Las palabras complican las cosas, por eso hay que dejar que los corazones se hablen primero, para no olvidar lo importante que es lo que tenemos.
Solo ama, no te preocupes del resto. El trabajo, el dinero, la posición, el tiempo, el físico, los miedos, todo se va cuando cierras los ojos y sientes a mi cuerpo; cuando los vuelves a abrir y nos perdemos viéndonos. 
También tengo miedo, pero lo dejo en el cajón antes de acariciar tu cabello.