Es un deseo inacabado, pendiente, como si fueran trastos. Lo que queremos postergar para no encontrarnos. En tantas vueltas nos perdemos, para marearnos, quedar desorientados ante el deseo que nos domina y utilicemos la razón.
Inagotable, fuerte, sólido, así es cómo nace este fuego interno. Misterioso y confuso a la vez. Se pierde en luces brillantes, murmuros amables que lo esconden en rutinas. Adentrarse en el es un viaje desconocido, una vuelta mortal en el aire, es un suicidio.
La razón no lo aprueba, el olvido lo fomenta. Déjame ignorar todo, déjame vivirlo; sin pensamientos ni estilos, solo vivirlo. Lanzarse al vacío, encontrar el fondo, golpearse en el camino.
Morir viviendo, lo prefiero.
Inagotable, fuerte, sólido, así es cómo nace este fuego interno. Misterioso y confuso a la vez. Se pierde en luces brillantes, murmuros amables que lo esconden en rutinas. Adentrarse en el es un viaje desconocido, una vuelta mortal en el aire, es un suicidio.
La razón no lo aprueba, el olvido lo fomenta. Déjame ignorar todo, déjame vivirlo; sin pensamientos ni estilos, solo vivirlo. Lanzarse al vacío, encontrar el fondo, golpearse en el camino.
Morir viviendo, lo prefiero.