Le fateuille

Un poco de mí, para tí.

Nombre: Ana
Ubicación: Mexico

Me gusta el blog, puedo escribir todo lo que hay dentro de mí, sin pensar en nada más.

miércoles, agosto 08, 2012

Lo que no pudo el tiempo, las peleas, la infidelidad, las diferencias, las mentiras, lo logró la distancia. Ahora que no estás es cuando puedo por fin comenzar a olvidarte. Es como si hubieras muerto, porque no hay forma de tenerte a mi lado, contactarte y desenchufarme de todo lo que pasa a mi alrededor estando contigo.

Me dejas sumida en la realidad. Mis propios sueños me ahogan, ya no hay una realidad alterna donde pueda tomar aire. Es lo mejor, no hay duda; es incómodo, también. Esto es el claro ejemplo de que las cosas no pueden seguir igual por siempre, hay cambios, tú, yo, nosotros cambiamos. 

El nosotros. Lo pienso y hace años que dejó de existir, eres una idea en la cabeza que se materializaba cada tanto. ¿Regresarás? Quisiera pensar que sí pero mi corazón me dice que no. Mi corazón me comenta que no me preguntaste, no me invitaste, no me llevaste contigo; esto crea la ilusión de un dolor, imaginario porque no tiene donde existir pero latente en mi mundo alterno. Suficiente para cerrar esa fantasía, clausurarla y ponerle candado. 

Quizás te dedique una lágrima, quizás. Todavía no lo sé. Estoy herida, sentida, enojada. Me dejaste para perseguir tus sueños, encontrarte a ti mismo, ser feliz, estar más cerca de tu familia, encontrar un sentido en tu existencia, ganar más dinero, comenzar de nuevo, alejarte de tus consecuencias, evadir responsabilidades. ¡Qué diablos! Dejarme aquí, sumida en mi mundo donde ya no puedes llegar a visitar.

Ya salió la lágrima, pero no es por tí, es por mí porque ya no sé que hacer y no hay otra opción que ejecutar. Agoté todo el catálogo. 

Me rompo el corazón usándote de excusa. Me privo de mis libertades por tu idea. A pesar de todo te quise y te quiero...y te querré, en el fondo de mi misma, en las noches de luna, en el cabello negro, en la espalda masculina que me acompañe. En el fondo es el vacío que dejaste, no ahora, sino antes, mucho antes, tanto que es más una ilusión que un recuerdo. Comienzo a olvidar los detalles de lo que fue, quedan generalidades en mi mente. Si te alejas para siempre, ¿qué evitará que te olvide? Solo quedará el sentimiento, una llama que se puede apagar y me resisto; el fuego no es el mismo si se vuelve a prender.

Te quiero. Donde estés, lo sabes. Quédate con ese sentimiento porque estás son las últimas palabras que te dedico.