¿Has tenido ese sentimiento, esa sensación de que fue la última vez?
Fueron las cosas tan claras para mí en ese momento, no me atrevo a dudar.
No hay una compañía, no hay algo que compartir, estamos atados al sueño de lo que existe en momentos breves que a lo que tenemos día a día. Juntos nos despedazaremos y no da pie a la convivencia. Anoche te dolió cuando te hable de él, lo sé, lo sentí en tu corazón que se apretujaba en tu pecho, debajo de mis brazos; lo sentí en tu mirada al abrazarme fuerte, en tu agonía al despedirnos, en tu grito desesperado en decir te quiero y negártelo al mismo tiempo. Te niegas a aceptarlo, a quererlo, a buscarlo y por ende te pierdes en lo profundo de tu propio corazón, encerrado en la comodidad de no tener que decidir lo que implica una lucha y aceptar algo que puedes ser tan fuerte que destruye. No tuve reparos en decir te quiero y no tuviste reparos en ocultar que no supiste que contestar, pues cada palabra era una herida.